Adios Tolín
Querida
Abuela, Tolín, hace 20 años atrás, puse todo lo que pensaba de ti, en letras y
hoy lo hago parte de mi despedida...
“Cómo puede una persona en sus manos,
acarrear tantas historias, tanto esfuerzo y sufrimiento, tantas alegrías y
emociones?
Esas manos que algún día trabajaron la
tierra, que trabajaron sol a sol, que criaron 6 hijos y luego a los
nietos.
Que acariciaron tantos cabellos como así
dieron sus tirones de oreja.
Que lucharon con tantas dificultades que
le puso la vida, y que hoy, en ellas lleva los rastros de todos los males que
acarrearon en el tiempo.
En el momento no parecían excesos de
esfuerzo, no conocían el dolor ni el cansancio, pero hoy, parece haber
resquicios de grandes batallas ganadas en un menudo cuerpo que no quiere
rendirse.
Ver esas manos llenas de historias, que se
esfuerzan por cubrir el dolor y cansancio, me estremece...
Más aún, cuando veo que no piensan en un
descanso.
Porque sería como rendirse a una vida a la
que juraste nunca te iba a derrotar y al mismo tiempo, una vida que debía
devolverte cada sudor y lágrima derramada en ella.
Nunca vi esa fuerza y entereza en otra
persona en toda mi vida, y creo que mis ojos no la encontraran de nuevo cuando
nos dejes.”
Hoy
nos has dejado a todos, como siempre, a tu manera, a tu ritmo y en la fecha que
tu escogiste partir, porque creo firmemente, y en parte lo aprendí de ti, sin
que te dieras cuenta, sin saber que lo sabías, que todos somos dueños de nuestras
vidas a través de nuestras decisiones…
Cada decisión que tomaste en la vida tuvo una
alegría y una pena, pero cada decisión que tomaste te llevó un poquito más
lejos en la vida. Aprendí de ti cuando amar y cuando amar en silencio, aprendí
de ti a nunca rendirme, a pelear por lo que merezco, a reclamar cuando debo
hacerlo y todo aquello que te hizo sufrir también me hizo aprender a no
hacerlo. La vida da mucha sabiduría, y la sabiduría no está en lo que sabemos y
entregamos conscientes, sino en lo que entregas con tu experiencia siendo meros
espectadores. Tu única falla fue nunca soltar, pero entiendo perfectamente de
donde nació ese miedo, ese miedo de no tener nada a aferrarse a todo.
Hoy
miro a mi madre y mis tíos, y todos tienen una parte de ti, pero no todos se
dieron cuenta que debían ser espectadores para su aprendizaje.
Creo
que te aferraste a la vida para ver que nadie cometiera tus errores, pero ya
todos somos adultos y tomaremos nuestras propias decisiones. A veces vemos
mejor las cosas cuando no son tan obvias. Créeme que todos sacaron parte de tu
fortaleza, solo que la manejan de distintas maneras. Lo mañosos también lo sacamos
de ti, me incluyo, como todos los nietos que vivieron contigo.
Hoy no
debiera ser un día triste, hoy debiera ser solo una despedida a tu larga
trayectoria, porque queramos o no, todos somos parte de ti y seguirás con nosotros
hasta que acabe nuestro ciclo.
Ve y
descansa al fin esas manitos y piecitos, que hicieron tan largo e importante
camino, porque ese camino nos hizo ser quién somos hoy, y de ahora en adelante
debemos aprender de tu experiencia y traspasarlo a los que nos siguen, con la
esperanza de que sean mejores aprendices que nosotros…
❤️❤️❤️
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